¿Sabías que nuestra conducta es fruto de nuestras decisiones y no
de nuestras condiciones?

Cuando observamos la conducta de nuestros equipos de
trabajo, podemos identificar claramente dos tipos de personas. Por
un lado podemos observar personas reactivas, aquellas que
reaccionan frente a un estímulo determinado. Esta reacción está
determinada por factores externos, físicos o sociales. Si el tiempo
es bueno, se sienten bien y producen bien. Si no lo es, afecta su
actitud, su comportamiento y por ende su desempeño. Además
cuando se les trata bien, se sienten bien; cuando no las tratas bien,
se vuelven defensivas, autoprotectoras y se victimizan.

Las personas reactivas construyen sus vidas emocionales en torno a
la conducta de otros, permitiendo que el efecto de otras personas
las controlen. Sin embargo podemos identificar otro tipo de
personas, las proactivas que por el contrario no sólo poseen
iniciativa; sino también actúan con responsabilidad para que las
cosas sucedan, tanto en su trabajo como en sus vidas. No dicen que
las cosas ocurren como consecuencia de las condiciones, el

condicionamiento o las circunstancias (sueldo, condiciones
laborales, falta de recursos, etc). Su conducta es producto de su
propia elección consciente; se basa en sus valores, y no es
producto de las condiciones ni está fundada en el sentimiento. Su
fuerza impulsiva reside en sus valores, y su valor es realizar un
trabajo de calidad.

Las personas proactivas también se ven influenciadas por estímulos
externos, sean sociales, físicos o psicológicos. No obstante su
respuesta a estos estímulos, consciente o inconsciente, es una
elección o respuesta basada en sus valores.
Frente a esta situación te ofrecemos 3 tips para pasar desarrollar la
Proactividad de tu Equipo de Trabajo.

1) Su actitud:

Trata de hacer consciente cuál es la actitud de las personas en
relación al trabajo que realizan. Puede que no sepan que problemas
van a ocurrir de manera imprevista en su día a día, sin embargo
pueden controlar con qué actitud quieren afrontar esos problemas
o desafíos. La clave es el modo en cómo respondemos a lo que
experimentamos en el día a día. Esto te va a ayudar a disminuir el
estrés y ansiedad ante los eventos imprevistos en tu empresa.

2) En lo que se enfocan se expande:

En el fondo a donde enfocas la atención allá se dirige la energía. Si
tu equipo se encuentra enfocado en la magnitud del problema y las
consecuencias negativas que éste tiene para ellos, probablemente
el problema va a ser mucho más grande y desgastante de lo que en
realidad podría ser. Pero si enfocan la energía en las posibles
soluciones de ese problema, probablemente verán más alternativas
de acción dando espacio a que surjan nuevas posibilidades o
alternativas de solución. Esto les ayudará a resolver de manera más
rápida y eficiente los problemas en su trabajo.

3) Buscar un Mentor de Proactividad:

Las personas que quieran mejorar su proactividad, pueden buscar
a alguien que conozcan y que consideren como un ejemplo
de proactividad y que admiren por poseer aquella habilidad que
ellos no poseen en ese momento. Pueden reunirse con esta
persona y preguntarle qué hace específicamente para actuar con
proactividad. Un mentor es una persona que posee más
experiencia o conocimiento frente a un tema que otra persona
desconoce o no posee la experiencia, ayudándola a adquirir esa
habilidad o conocimiento.

Espero que esta información te haya servido para ayudar a tu
equipo de trabajo a ser más proactivo y a mejorar su inciativa.
Por tu Éxito, Valerie Andereya, Coach y Psicóloga Laboral.